En menos de un segundo..

Hay segundos que no llegan a llamarse segundos, en los que olvido que estas en tu despertar… Hoy me paso… me encontraba pensando en cualquier tipo de cosas cuando de repente te me apareciste en la mente… Dije a mis adentros: tengo que llamarte para saber de ti…

Es increíble todo lo que se puede sentir en ese segundo que nunca llega a completarse… Casi una vida entera… Creo que estas viendo televisión y te imagino levantándote a tomar el teléfono para hablar conmigo… todo tan normal…! Hablamos de nada, por el tiempo que queremos, me haces reír, te hago burlas, me preguntas como esta todo... te respondo… Quizás me quejo de cualquier cosa estúpida… El segundo se acaba y me hace reaccionar… te desincorporas… hace dos años que ya no dejas de hacer lo que hacías mientras yo esperaba al otro lado del teléfono para oír tu voz… Aunque a veces me costaba! Pero ya no hay nada que se pueda hacer… Ese segundo incompleto es el causante de mi olvido…!

Es agradable que aparezcan esas milésimas de segundo donde estas tu respirando, donde puedo sentir ausente tu ausencia, donde no me faltas, donde estas vivo! Ojalá durasen mas… pero me conformo solo con vayan y vengan fugases… Es como si me visitaras para saber que estoy bien…!

Desesperación...

En un simple momento donde se pierde el control de todo, de tu entorno, de ti, de lo que piensas...

En un momento que se siente amarrado con ganas de gritar a los cuatro vientos historias comprimidas entre sentimientos que lloran porque no quieren seguir en eso...

Puños apretados de rabia, uñas que hacen daño a las palmas, el dolor no es dolor sino más bien un consuelo entre tanta angustia... Lágrimas que empiezan a deslizarse divertidas por medanos de piel sonrojada pero temerosas por la incertidumbre de no saber donde se secaran ésta vez, quizá en manos conocidas que se adueñan de ellas o tal vez sigan su destino solas...

Momentos donde provoca desatarse de todo, en los que cambiarias cualquier cosa por un minuto que no termine jamás... donde no importe mandar todo al mismísimo infierno, donde te sientas libre, corras, llores, rias sin saber por que y grites hasta el cansancio y darte cuenta de pronto de la ausencia de peso que ahora te permite volar.. Pero ese minuto nunca llega...

Solo llega la desesperación que se aprovecha de que no puedes hacer nada, y se va cuando le da la gana.